Mirar desde la otra orilla
Sentirse joven para emprender está de moda. Joven es más que tener una edad, es un estado anímico que nos anima a arriesgar, a poner en cuestión las estructuras que podrían limitar la creatividad y mejorar el equilibrio del mercado.
Hoy se ha anunciado un descenso del 18,5% de PIB español, -9% USA, -10% Alemania y -14% Francia. Quizás deberíamos pensar cómo reinventar nuestro sistema económico.
Arriesgar sin experiencia, o sin contar con la experiencia de los que ya han pasado por circunstancias parecidas puede convertirse en una imprudencia.
Las campañas de marketing en televisión continúan relacionando valores juveniles con las estrategias más agresivas de venta de productos. Eso sí, los actores cada vez tienen más edad. En los últimos diez años hemos observado como una de las marcas más tradicionales de coches (Mercedes) ha modificado sus modelos hacia una imagen más juvenil. Bien sea porque buscaban una identificación con nuevos púbicos (de menos edad), por la evolución mental de los que ya tenían o por una combinación de estos dos motivos, han rejuvenecido la marca.
La Unión Europea, con su programa Next Generation EU, pretende inspirar la recuperación económica inyectando 750.000 millones de euros. Está utilizando una terminología muy de «espíritu joven». La UE alude a la construcción de una nueva estructura económica que relaciona el espíritu joven para emprender con la tradición de las instituciones europeas que se crearon para superar crisis pasadas. ¿Buscan rejuvenecer a la UE?
¿Hay que ser joven para emprender?
Seguramente no, pero en el equilibrio entre control y el riesgo en una nueva aventura empresarial tiene mucho que ver con el espíritu juvenil. Espíritu que pueden tener personas de cualquier edad.
El reto económico al que nos enfrentaremos en Septiembre de 2020 ( después de unas pequeñas vacaciones post covid o pre nuevo covid), no será liderar un proceso de resilencia para conseguir que no nos afecten las nuevas situaciones. Será la transformación de nuestras estructuras económicas que permitan mejorar nuestras competencias y competitividad.
El pasado «finde» tuve la suerte de cruzar a la otra orilla en El Portil. Cruzar con los consejos de los que llevan toda la vida haciéndolo (algunos más jóvenes que yo), relajarme como si hubiese pasado unas vacaciones completas, comprobar que sentirme así ( joven para emprender) es una pasada.
Seguramente tendremos que mirar desde la otra orilla para comprobar cómo son los resortes de nuestras relaciones económicas y sociales. Una mirada joven para emprender en un nuevo contexto, pero en la que contemos con los que más experiencia tienen en cruzar a la otra orilla. La experiencia de sus normas y costumbres, que para algo las construyeron con años de tesón.
Rejuvenecer una marca de coches, rejuvenecer a la UE, rejuvenecer a nuestras empresas,…, tendremos que conversar, pensar y construir nuevas estrategias.
Gracias.